
11 abril, 2020 SABADO SANTO: EL SILENCIO
SABADO SANTO EL SILENCIO
Aquí no hay alta noche, y tras la hora más oscura de un cielo descendido, se enciende el sol, de pronto, sin aurora. (Juan J. Domenchina)
Solísima Sola
¡qué sola quedaste,
Con tu Hijo muerto
Ahí de estandarte.
……………………………..,
Solísima Sola,
Vos, no os apuréis.
Yo también soy sola
Y acompañaré
Vuestra soledad.
Gloria Fuertes
Sábado Santo. Un día sin horas, sin prisas, para estar solos en la soledad. “Alitúrgico” le llaman los hacedores del calendario de los días santos. Todo él desnudo. Ni siquiera el Cuerpo en la Cruz, ni en la mesa. El sepulcro y la contemplación serena.
Un día para hablar quedo y bajo por los serpenteantes caminos de la vida, por los “emaúses” de nuestra geografía con ese Jesús colgado de una cruz sin haber “encontrado en él ninguna culpa que merezca la muerte. (Lc 23,22)
Un día para cerrar los ojos y dejarse invadir de los recuerdos del Señor; para dejar que resuenen en nuestro corazón tantas palabras de vida como nos dejó; para hacer un silencio en el que retumben los ecos de tantas experiencias de muerte y soledad de millones de “cristos” sepultados.
Un consejo para hoy. Arrímate a María. Ella, en ese día, repasaría todas esas cosas que, como buena Madre y Discípula, fue guardando en su corazón. Todo un día para meditarlos y saborearlas.
El centro de este día atemporal es el sepulcro, pero la sombra de María se proyecta en él como una mortaja acogedora. María de la soledad y de la Esperanza.
“Esta esperanza vive en mi tan fuerte,
que con ella nomás tengo alegría
en las tristes memorias de la muerte” Lope de Vega.
Camina hoy un rato con Santa María del Camino, ella te ayudará a entender mejor el evangelio de su hijo. No olvides esas palabras solemnes que pronunció Jesús cuando iba a morir: “Esa es tu Madre” Jn.19,27
En esta soledad reposada y meditada disponte a celebrar la fiesta, madre de todas las fiestas: la Vigilia Pascual. M.G.R. sscc
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